Por decirlo de alguna manera, la etapa reina de nuestro camino. Desde Villafranca hasta Herrerías un falso llano que nos vino muy bien para ir calentando las piernas, a partir de aquí todo era subir, subir y mas subir. Las primeras rampas nos llevaron por asfalto hasta Faba, muy duras, tan duras que nos iban pasando factura a más de uno, de hecho el grupo se cortó (Quillo, Rui y Serginho) siguieron primeros por carretera, el resto (Juanra, Sergio y yo) por error subimos el O Cebreiro por camino (lo más duro), muchas raíces, piedras y rampas imposibles de subir pero con mucho sufrimiento y dolor nos plantamos en A Lagúa de Castela donde nos reencontramos con los 3 “carreteros”, hicimos un alto para refrigerar y seguidos para culminar O Cebreiro, otro subidón que nos dio al llegar, uno de los picos más altos del camino (sino el que más) ya estaba hecho. Visita a las tiendas e iglesia del pueblecito o aldea, y caldo gallego (para algunos) en el bar. La parada se hizo más larga de lo esperado, el petardo de Juanra se había dejado el casco en Lagúa y otros peregrinos lo subían de camino. Pero no nos pesó puesto que la aldea de O Cebreiro es impresionante. Arrancamos de nuevo con una fuerte subida a A pozo da Area, donde empalmamos con una bajada de vértigo y catacrak!!! Mi cambio (desviador delantero se partió, muelle desperdigado, en fin)…y como llego yo a Sarria? Si me queda mas de medio camino!!! En fin pensé por un momento que se acababa mi camino o que todos los planes se iban al traste. Intentamos reparlo pero sin el muelle que hace que el desviador se “desvie” es imposible, asi que no me quedó más remedio que dejarlo a plato fijo el resto de etapa, toda una putada, ya que en las subidas sufría por el enorme esfuerzo y en las bajadas no podía coger mucha velocidad, así ascendimo el Alto do Poio, que menudas rampas más cachondas, pero no quedó más remedio que sacar de donde había. Logicamente y por las cirscumstancias del Alto do Poio hasta Sarria tuve que continuar por carretera, esta vez se unieron a mi Quillo, Serginho y Juanra, los hermanos portugueses siguieron la ruta por el camino. El trayecto hasta Sarria se hizo eterno, primero por las innumerables paradas para retocar el cambio y por que me costaba mucho subir según que rampas con si en ese momento iba con el plato grande fijo, en fin que llegamos a Sarria a las 16h de la tarde, lo primero parada en una tienda de bicis (a la que ya había avisado de mi llegada y de mi problema) en media horita tenia cambio nuevo. Mientras Quillo nos buscó alojamiento (en compañía de dos chicas, como no) ya que en las poblaciones de Galicia es muy difícil encontrar alojamiento por la gran masa de personas que hacen el camino. Nostros tuvimos suerte en el 3er albergue visitado, y ahí nos alojamos con el grupo de chicas (2 + 6 que venias más retradas). Ducha y cervecita bien fría en un bar de la calle del albergue. Después de un rato de charla decidimos cenar todos juntos en el centro del pueblo. Las chicas todas eran catalanas, de Barcelona, algunas muy majas, y otras con un carácter especial, pero mereció la pena concerlas y compartir ese trozo de camino. Para acabar la noche unas birras en un jardín del hotel en plan relax y a dormir.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada